Hace unos años escribí un microcuento titulado "Para decirle adios", que nació de un episodio que ha vuelto a repetirse: Un ladrón motorizado arrebató mi cartera (bolso).
No volveré a describir el hecho. Sólo intentar olvidarlo. Cuesta mucho superar la bronca, las ganas de encontrar a la parejita delincuente y ...
Pero después de dos días de masticar rabia e impotencia, decido confiar en la justicia de Dios y en sus promesas, y aguardar a ver cómo este episodio "ayuda para bien" en mi vida.
No volveré a describir el hecho. Sólo intentar olvidarlo. Cuesta mucho superar la bronca, las ganas de encontrar a la parejita delincuente y ...
Pero después de dos días de masticar rabia e impotencia, decido confiar en la justicia de Dios y en sus promesas, y aguardar a ver cómo este episodio "ayuda para bien" en mi vida.
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