Al tío Ian le decían “el inglés”. De padre escocés y madre
italiana, en su casa predominaba la cultura paterna. Él y Lolo –prima hermana de mi mamá- tenían
varios hijos y como nosotros también éramos un montón, cuando íbamos de visita
la mesa para el almuerzo era kilométrica. Para beber había jarras con leche y
otras con jugo de tomate, al que cada uno podía añadir sal y pimienta a gusto.
Doña Paulina, la madre de “el inglés”, vivía en Colonia
Caroya, en una casa con huerta y parrales, sulky y peones que nos llevaban a
pasear por las calles arboladas con acequias a los lados. A la cinco de la
tarde, la italiana servía el té con scons y lemon cheese, en vajilla inglesa.
Mis hermanas y yo aprendimos a hacer los scons en casa. Nos encantaba
llenar las asaderas del horno de bolitas de esta masa tan fácil de hacer y de
rápida cocción. No sé si la receta era la clásica o había sufrido alguna
adaptación para hacerla más práctica (mi mamá es muy práctica), pero para
nosotras era la ideal.
Y aún hoy, mi mamá prepara el lemon cheese (“sólo con
limones caseros -los únicos sin pesticida- porque se usa la cáscara rayada”) y
reparte frascos entre sus hijos, vivan donde vivan.
Ingredientes:
3 tazas de harina leudante, 8 cucharadas de azúcar,
2 cucharadas de manteca, 1/2 taza de leche con una pizca de sal, 1 huevo
(opcional).
Preparación:
Unir todo sin amasar. Poner pequeños bollitos
sobre asadera enmantecada, bien separaditos porque crecen.
12 minutos en horno caliente. Comer tibios,
con lemon cheese o mermelada de naranja.
Lemon
Cheese
Ingredientes:
1 limón, 1 taza (de té) de azúcar, 1 cucharada
colmada de manteca, 1 huevo.
Preparación:
Colocar en una cacerola, la manteca,
ralladura, jugo de limón y azúcar. Mezclar y llevar a fuego suave. Revolver hasta
que se mezcle bien. Continuar revolviendo unos minutos fuera del fuego para
bajar la temperatura. Agregar el huevo bien batido y volver al fuego, sin dejar
de revolver, por unos diez minutos.
Guardar en la
heladera.