No olvides soltar el vaso

Cuentan que...

Una psicóloga se paseaba en una habitación mientras enseñaba a una audiencia el manejo del estrés. Cuando levantó un vaso de agua, todos esperaban que haría la típica pregunta sobre el vaso "medio vacío o medio lleno". En cambio, con una sonrisa en su rostro preguntó: "Qué tan pesado es este vaso de agua"?

Las respuestas fueron entre 8 a 20 onzas.

Ella respondió: "no importa el peso absoluto. Depende de cuánto tiempo tengo el vaso en mi mano. Si lo sostengo por un minuto no es un problema. Si lo sostengo durante una hora, tendré dolor en el brazo. Si lo tengo por un día, mi brazo se sentirá entumecido y paralizado. En cada caso, el peso del vidrio no cambia, pero mientras más tiempo lo sostengo, más pesado se convierte".

Continuó diciendo: "Las tensiones y las preocupaciones en la vida son como ese vaso de agua. Piense en ellas por un rato y nada sucede. Piense en ellas un poco más y empezará a sentir dolor. Y si piensa en ellas durante todo el día, usted se sentirá paralizado, incapaz de hacer nada".

Es importante recordar que debemos desprendernos de nuestras tensiones lo más pronto posible. No te las lleves a través de la noche. No olvides que debes soltar el vaso!