De a ratos parece que me olvidara de este espacio familiar y de quienes me siguen. Admiro la paciencia de algunos, la curiosidad que tal vez mueva a otros, y no cuestiono el abandono de quienes no han encontrado novedades en bastante tiempo. Se avecinan dos meses con pocas posibilidades de nuevas entradas... o tal vez sea lo contrario! Me lanzo a un viaje largamente anhelado, que parecía inalcanzable. Y sonrio al escribir esto porque tantas cosas inalcanzables o simplemente inesperadas ha puesto Dios en mis manos, que disfruto con "mis imposibles". Este viaje ha sido presentado a Dios y esa oración en familia trajo confianza, paz, gozo. Viajo a la tierra de donde -en cierta forma- vengo, porque de allí vino mi padre. Tierra que él siempre amó. Lo he visto volver allí una y otra vez en canciones, historias, recuerdos (que dejó escritos como heredad). Si bien pudo viajr un par de veces, hasta el final repitió en un suspiro: "Cómo me gustaría volver a Italia!". Papi, pronto voy yo...
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