Viajar por el sur de Chile es disfrutar de los más bellos paisajes con bosques húmedos, volcanes nevados, lagos y ríos de color azul turquesa, aguas termales, rosales y hortensias florecidos, abundancia de pescados y mariscos frescos, pintorescas casas de madera y mucho más.
La Carretera Panamericana en Chile, conocida oficialmente como Ruta 5, recorre el país de norte a sur, desde el límite con el Perú hasta la ciudad de Puerto Montt, donde queda interrumpida por el canal de Chacao y continúa luego en la Isla Grande de Chiloé.
Los aproximadamente 3.363,97 km de ruta alcanzan el extremo sur de la isla mayor del archipiélago Chiloé, comprendido entre los paralelos 41º y 43º de latitud sur, que presenta una sucesión de colinas altas y cubiertas de vegetación, ente las que hay planicies y colinas más bajas, dedicadas a la agricultura y la explotación forestal.
La cultura chilote difiere de la del resto del país por la existencia de rasgos propios generados en parte por la mezcla de tradiciones indígenas e hispánicas y en parte por las soluciones originales que se han encontrado para resolver los problemas que plantea el medio ambiente insular.
ARQUITECTURA INSULAR
Son típicos en el archipiélago los palafitos, construcciones sobre pilares de madera en el agua, que si bien no son una arquitectura originaria de Chiloé, fueron adoptados en Ancud, Quemchi, Castro, Chonchi y otros puertos, para un mejor aprovechamiento de la ribera durante la expansión comercial en el siglo XIX. Actualmente sólo quedan ejemplares en Castro y Mechuque.
Llama la atención del visitante la presencia de numerosas iglesias cuya arquitectura está inspiradas en las de Baviera, patria de los sacerdotes que iniciaron las construcciones (que datan del siglo XVIII y el XIX) que destacan por haber perdurado a pesar de estar hechas en madera.
AMANDO A LOS PRESOS
La presencia evangélica se evidencia en los pequeños templos diseminados por la isla mayor, en revistas distribuidas en lugares públicos, en la utilización de nombres bíblicos para personas y locales comerciales… Y en una noticia que ocupó hace algunos meses la primera plana en medios de prensa locales: En el Centro de Detención Preventiva de Castro funciona desde hace algunos meses el programa “Amando a los presos amarás a Cristo”, (APAC), seguido actualmente por siete mil internos en Chile.
El Centro Penitenciario de la capital chilota se ha convertido en el recinto de Gendarmería número 18 a lo largo de Chile, y el segundo en la región tras el de Osorno, en que las Iglesias Evangélicas aplicarán un programa de rehabilitación que busca revalorizar al ser humano, a los internos y a la familia desde una óptica cristiana.
El periódico digital “eldalcahuino” informó que estuvieron presentes en el acto de inauguración del pabellón evangélico el gobernador de Chiloé, César Zambrano, el capellán nacional evangélico de Gendarmería, Luis Moussiett, autoridades de Gendarmería y cerca de medio centenar de internos que profesan la fe evangélica.
El gobernador Zambrano señaló en la oportunidad que “ya se observa en la población penal un grado de reconstrucción moral y psicológica apoyada en el servicio de la Iglesia Evangélica. La misma está haciendo más participe a un ser humano que alguna vez perdió todo por un delito y que puede ser reformado, reconfortado y ser útil a la sociedad”.
Por su parte el capellán Luis Moussiet explicó que la metodología “Amando a los presos amarás a Cristo” nació en Brasil y hoy día se desarrolla en 200 países. “Chile es uno de los países que tiene más potencialidades en estos momentos. El estilo es buscar espacios físicos que nosotros podemos acondicionar, para que los internos pasen su condena con dignidad una vez que ellos hayan decido por un cambio de vida interior, es decir, que haya un cambio de adentro hacia fuera”, dijo.
El programa de rehabilitación exige a los internos trabajar, estudiar, cuidar su salud, involucrarse en la recuperación familiar y participar en las actividades que ofrece Gendarmería en el lugar.
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